Cargas del mismo signo se repelen y cargas de signos contrarios se atraen. Este principio puede demostrarse fácilmente mediante el empleo de un péndulo eléctrico que consiste en una esferilla de medula de saúco o bien una esferilla de unicel sostenida por un hilo de seda aislante; también se necesita una barra de vidrio, una ebonita, o bien a regla de plástico y un trapo de lana.